Necropolítica: Paso a Paso hacia una muerte lenta

Paris, Piñera, Mañalich

El
Paso a Paso es un invento del marketing necropolítico. Intenta presentar el desconfinamiento sucediendo en forma gradual, cuando en realidad ha sido siempre un conjunto de medidas improvisadas y mal planificadas. La evidencia demuestra que es otra la gradualidad que caracteriza la estrategia sanitaria desde marzo: su lentitud para tomar medidas preventivas efectivas. 

Para ilustrar con un caso, el 27 de julio el Consejo Asesor COVID-19  hizo propuestas sobre los criterios del plan Paso a Paso. El gobierno tardó más de 6 semanas en incorporar parte de los criterios en el plan al 11 de septiembre.  Un tiempo equivalente, de poco más de 6 semanas, pero  antes del primer caso en Chile la OPS/OMS) daba la alerta epidemiológica sobre el coronavirus. La evidencia es categórica respecto a la falta perenne de anticipación y previsión por parte de las autoridades para enfrentar la emergencia. Van siempre a paso lento.  

Para avanzar de “cuarentena” a “transición”, en este plan se requería antes del 11 de septiembre, que los “casos activos” tuviesen una disminución por tres semanas consecutivas. La comuna de Puente Alto tuvo un comportamiento oscilante en los casos activos y quizás por esta razón no avanzó en el plan. Tal vez si hubiese presentado una baja sostenida de casos activos, junto con otros criterios (muy laxos), podría haber salido de cuarentena con casi 500 casos nuevos cada semana. Actualmente, para salir de cuarentena se deben reportar menos de 10 casos nuevos por cada 100 mil habitantes en media móvil semanal (junto con otras variables). Con este nuevo criterio, en la comuna debieran bajar a menos de 455 casos nuevos por semana, es decir, podrían estar cerca de cumplir con este criterio."


Más allá de los criterios para salir de cuarentena, hoy podemos ver el efecto del Paso a Paso sobre la comuna más populosa de Chile. El gráfico de Puente Alto muestra los casos acumulados cada dos semanas (por fecha de inicio de síntomas) junto con las personas fallecidas con COVID-19 en la comuna. Desde inicios de agosto se reportan alrededor de 900 casos nuevos cada dos semanas en un “altiplano de casos”. A su vez, se reportan casi 50 fallecidos desde mediados de agosto en un “altiplano de muertes”. En resumen, cuando se permite que muchas personas enfermen, muchas son hospitalizadas, muchas pueden requerir conexión a un ventilador mecánico, y son muchas las que mueren. 


Quizás la región de Magallanes sea la primera región en entrar en una crisis severa debido al plan Paso a Paso. La ciudad de Punta Arenas, que avanzó hasta el tercer paso de “preparación”, hoy está en cuarentena. La comuna reporta más de seis veces la cantidad de casos que se reportaban en abril. Se debe considerar que se hacen más test diarios que meses atrás, pero aun así 900 casos por semana es demasiado para una región tan pequeña y extrema. Lamentablemente, la tragedia se evidencia en la curva de fallecidos. Al 16 de septiembre se reportan más de 20 fallecidos en las últimas dos semanas, más del doble que en el peor momento de abril pasado.  



Aunque entre mayo y mediados de agosto los servicios de salud estuvieron menos presionados que en abril, hubo decenas de fallecimientos. Existió una baja de la cifra de fallecidos bisemanales, pero fue una reducción trágicamente lenta. En abril se registraron 18 personas fallecidas con COVID-19 en Magallanes, mientras que en los más de tres meses siguientes se reportaron más de 40 personas fallecidas. En menos de un mes, entre el 21 de agosto y el 16 de septiembre, se reportan 37 personas fallecidas. Esto es más del doble que en el mes de abril. 


Comentario al margen, pero importante, es que si bien le presentamos cifras absolutas de personas fallecidas, lo hacemos para que tenga una referencia clara de lo que ha ocurrido. Más allá de la causa de muerte, la tragedia es igual gigante.


Finalmente, el confinamiento como tal no ha sido efectivo. A veces es difícil diferenciar comunas basado en la observación del tránsito de personas por sus calles y veredas. Hay comunas con más de 20 semanas en cuarentena restrictiva, pero con permisos laborales que permiten viajar en transporte público atestado. En esas mismas comunas las fiscalizaciones son severas si caminas por el barrio, aunque andar al aire libre sea una actividad sana y segura si usas mascarilla y mantienes la distancia física. 


Italia tuvo 8 semanas de cuarentena y Nueva Zelanda 5 semanas. En este último, se prohibieron casi en su totalidad los vehículos, se apoyó económicamente a la población y se permitía tanto caminar por el barrio como hacer compras en el mismo. Una gran diferencia para la salud mental. 


No pedimos cuarentenas a la chilena, pedimos medidas efectivas de protección y participación de la población. ¿A quién le cabe alguna duda que la mayor parte de la población está dispuesta a ser parte de la solución?







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Escrito por Voces

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